GERARDO PORTO

GERARDO PORTO

GERARDO PORTO "GERARDO PORTO MONTOTO" [A Coruña, 1925-2010]

Todas las posibilidades de expresión las ha experimentado este artista multifacético,
pintor, diseñador de vidrieras, ceramista, cartelista, decorador escénico.
Ha vivido largos años en Holanda, donde trabajó como técnico de color en documentales para la televisión de dicho país,
y en Francia y en Italia. Todo cuanto toca lo transforma en arte. Experimentando con el vidrio ha logrado piezas
de tendencia "Art Nuvó" de exquisita factura y belleza. Sus vitrales son hermosísimos,
inclusive partiendo de diseños de otros artistas, como es el caso de los situados en
el edificio del Rectorado de la Universidad de Vigo, que dibujó Laxeiro y Porto logró la variedad cromática
sin necesidad de emplomados para los fragmentos, como es habitual en esta técnica pictórica.
La acuarela y el "goauche" son sus mejores modos de expresión, en paisajes y escenas de interior de inspiración
absolutamente romántica, o bien de una dinamicidad espectacular en las series dedicadas a las carreras de coches,
que le han dado fama internacional, y en las que consigue la sensación de movimiento rapidísimo, de fugacidad de
las imágenes inconcretables mediante una pincelada larga y combinaciones de color emparentables con la mejor imagen
cinematográfica. Sus dibujos al carbón son dignos de Daumier en el juego del claroscuro, fantaseando la referencia.
Ha celebrado exposiciones en numerosas ciudades de Europa. En Galicia mostró su obra muy ocasionalmente,
en Vigo y A Coruña, donde su muestra en la Estación Marítima, el 2001, fue todo un acontecimiento.
Gran conocedor de la pintura en general, Gerardo Porto muestra en su obra múltiples referencias,
sobre todo de los modos ingleses que tienen su culminación en J. M. Turner.
Sus series dedicadas a Venecia dichas con la levedad magistral del mejor acuarelismo británico,
creando climas de ensueño, deliberadamente escenográficos, donde las referencias son la disculpa para
la pura creación plástica, que entusiastaría a aquel excepcional esteta español, afincando en la ciudad del Adriático,
que fue Fortuny y Marsal. La carga literaria de esta pintura no sólo no la perjudica, sino que enfatiza su encanto.
Ocasionalmente se aparta de su estilo más definidor para aproximarse a Matisse, a Dufy,
e inclusive es expresionista o postimpresionista. La utilización convencional de la luz, en climas ideales,
a un tiempo sencillos y barroquizados, es fundamental en la pintura de Porto.